La Felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante. Antonio Gala
Antonio Gala, dramaturgo, novelista, poeta, ensayista.... uno de los máximos exponentes literarios en la Transición. Como anécdota: A los 15 años ya estaba estudiando la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla y como alumno libre Filosofía y Letras, Ciencias Políticas y Económicas en la Universidad de Madrid... y se licenció en todas ellas ...¡¡¡
Para ser feliz tienes que valorar todas las cosas en su justa medida, darle la importancia que realmente tienen y después.... ver que verdaderamente no hay nada lo suficientemente importante como para impedirte reirte de todo ¡¡¡
viernes, 29 de agosto de 2014
martes, 26 de agosto de 2014
Hoy inicio mi actividad como blogger ...
Espero que, aquellos que me lean, disfruten de las frases y las anécdotas que se cuentan de cada uno de los personajes de los que hablo.
Aquí va la primera:
Cuando una batalla está perdida, queda la retirada; sólo los que han huido pueden combatir en otra. Demóstenes
Demóstenes fue uno de los oradores más relevantes de la historia y un importante político ateniense. Nació en el año 380 a. C. y falleció en Calauria, el año 320 a. C.
Parece que se publicaron la mayoría de sus discursos, si no todos, tras su muerte, los textos de sus obras le sobrevivieron, siendo guardados en Atenas y en la Biblioteca de Alejandría, allí los textos se incorporaron al cuerpo de literatura griega clásica que fue preservado, catalogado y utilizado por los estudiosos del período helenístico. Desde entonces y hasta el siglo IV se multiplicaron las copias de sus discursos, por lo que estuvieron en una situación relativamente buena para sobrevivir al oscuro periodo comprendido entre los siglos VI y IX d. C.
Como anécdota,
Demóstenes percibía al rey de Macedonia, Filipo II como una amenaza a la autonomía de todas las ciudades-estado griegas. Demóstenes dirigió sus energías contra este soberano dedicándole las famosas “Filípicas”, la Primera de las cuales en el año 351 - 341 A. C. Dando así nombre a este tipo de discurso. Una filípica en contexto lingüístico es un discurso, condenatorio, entregado a condenar a un actor político en particular. Marco Tulio Cicerón, muy admirador de Demóstenes, fue el primero en utilizar el nombre y tituló también como “Filípicas” a una serie de discursos pronunciados contra Marco Antonio en la época del segundo triunvirato. (Ahora que el Rey es Felipe….. los discursos – del que se atreva - contra él, serán Filípicas????)
Volviendo a la frase, está bien pretender ganar todas las batallas, está bien luchar hasta el último momento, pero está claro que para poder ganar las guerras hay que sobrevivir a todas las batallas y retirarse en las perdidas no es signo de cobardía si no de inteligencia. Hay que desgastarse sólo en aquellas situaciones en las que tenemos posibilidades de triunfar y hay que defender todas las causas, pero sólo llevar hasta su última consecuencia aquellas por las que, al final tendremos una recompensa mayor al desgaste ocasionado.
Los idealistas, los necios o los temerarios no conocen (o no quien ver) el momento de la retirada.
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