Es preciso reírse de las cosas para mantener el equilibrio.
Ken Kesey
Ken Kesey (Colorado, Septiembre de 1935 - Oregón, Noviembre de 2001) fue un escritor estadounidense que estudió periodismo en la universidad de Oregón y que alcanzó la notoriedad con su primera novela, One Flew Over the Cuckoo's Nest, (Alguien voló sobre el nido del cuco) basada en buena medida en sus vivencias como “cobaya humana" en los experimentos con drogas psicotrópicas del Gobierno estadounidense a fines de los 50s.
Kesey conoció de este modo la (o será el?) LSD, sustancia psicoactiva que transformó profundamente su percepción de la realidad social y personal. A partir de 1964, él y un grupo de amigos, los "Alegres Bromistas", fueron pioneros en la experimentación lúdica y espiritual con LSD y marihuana. A bordo de un autobús pintado con colores fluorescentes que llamaron "Further" ("Más Allá"), recorrieron Estados Unidos y fueron estableciendo gradualmente muchos de los elementos retóricos y visuales que después popularizó (y, a juicio de Kesey, trivializó) el movimiento hippie. En esta tarea contaron con la colaboración del grupo Grateful Dead, que acompañaba con sus improvisaciones de música psicodélica las sesiones abiertas de consumo de LSD (Acid Tests) organizadas por Kesey.
Como anécdota,
El periodista Tom Wolfe (La hoguera de las vanidades) popularizó en 1968 las experiencias de Kesey y los Pranksters con su libro The Electric Kool-Aid Acid Test, publicado en España como Gaseosa de Ácido Eléctrico o Ponche de ácido lisérgico.
No es preciso llegar al punto de Kesey (ponerse ciego de LSD o cualquier otra sustancia…) para poder reírse de la vida. Hay que ver todas las cosas con un punto de comedia, con un poco de imaginación y sobre todo con la alegría que supone saber que todo pasa y que tanto las tormentas como las calmas tienen su fin. Todos los días no serán estupendos y para recordar (a no ser que psicotrópicamente hayas hecho algo…), no trates de compararte para ver quien está peor o mejor, trata únicamente de alegrarte por saber que sigues vivo. El peor epitafio que puedes tener es: “Se pasó la vida muriendo…”
Relativiza, saborea cada momento y sobre todo, sobre todo disfruta de la vida…
No hay comentarios:
Publicar un comentario