Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.
Invictus
"Invictus" es un poema del poeta William Ernest Henley (1849–1903). Escrito en 1875 y publicado por primera vez en 1888. No tenía título originariamente, el título de "Invictus" (inconquistable) fue añadido por Arthur Quiller-Couch cuando lo incluyó en el Oxford Book of English Verse en 1900.
Tomando este mismo nombre, Invictus es también una película de drama deportivo del año 2009, dirigido por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon. La historia está basada en el libro de John Carlin, Playing the Enemy: Nelson Mandela and the Game That Changed a Nation. La película trata sobre los acontecimientos en Sudáfrica antes y durante la Copa Mundial de Rugby de 1995, organizada en ese país tras el desmantelamiento del sistema segregacionista del apartheid y cuenta que este poema escrito en un papel es el que acompañó a Mandela durante todos los años de cautiverio… lo cual es cierto, y que entregó durante la competición al capitán del equipo sudafricano…cosa que no es cierta.
También es una colonia de moda… pero eso mejor voy a obviarlo…
Como anécdota,
Su amigo Robert Louis Stevenson (de Ernest Henley) basó uno de sus protagonistas el capitán Long John Silver (John Silver El Largo) de “La isla del tesoro”, en él, pues a los trece años sufrió una amputación de una pierna debida a la tuberculosis y fue su inspiración para el personaje.
Aprender a sobreponerse a todas las circunstancias de nuestra vida, a ser más fuerte y más tenaz (o flexible, depende…) que todas las adversidades que nos rodean y sobretodo encajar todas las situaciones que nos tocan… está claro que Mandela (hoy publican el Nobel de la Paz de este año¡¡) ha sido el paradigma de ésta situación y un claro ejemplo de cómo llevar cualquier situación negativa sin que afecte a tu presente ni a tu futuro…
El destino no está escrito en letras de piedra, es tan moldeable como nosotros seamos capaces de cambiar (o de resistir) y ver todas las posibilidades de cada una de las situaciones que nos tocan vivir para elegir aquella que nos pueda favorecer.
Más allá de la noche que me cubre,
negra como el abismo insondable,
doy gracias al dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido ni llorado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza sangra, pero está erguida.
Más allá de este lugar de ira y llantos
donde yace el horror de la sombra,
la amenaza de los años
me halla, y me hallará sin temor.
No importa cuán estrecho sea el camino,
ni cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario